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Arreglos florales

Ruth Sosa Psicoterapeuta 

Terapia Focalizada en la Compasión. 

Teen Psychologist

La terapia compasiva, es una de las terapias sensible al sufrimiento y a la experiencia traumática,  desarrollada por Paul Gilbert, creador de este modelo Compassion Focused Therapy CFT o, en español, Terapia Focalizada en la Compasión. Este autor al darse cuenta de que algunos individuos no podían crear sentimientos afectivos consigo mismos comenzó a ayudarlos a generar un diálogo interior compasivo (Beatriz Villagracia García).

 

Es un modelo clínico desarrollado a través de décadas de investigación con el objetivo de tratar personas que presentaban problemas crónicos y difíciles de salud mental, relacionados con la presencia de vergüenza y autocrítica. La mayoría de estas personas procedían de ambientes descuidados, abusivos y conflictivos (Gilbert, 2015).

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Gilbert destaca el hecho de que nuestras nuevas capacidades pueden ser “secuestradas” y dirigidas por nuestro viejo cerebro con sus pasiones, deseos, amenazas y temores. Sugiere que aprender a detenerse y observar lo que está pasando en nuestras mentes, haciendo clara referencia a los procesos implicados en la práctica de mindfulness, puede ser el primer paso para tener un mayor control. Aprender cómo ser compasivos con nuestros sentimientos en lugar de pelear con ellos o evitarlos es el segundo paso, haciendo clara referencia a la compasión. La riqueza de la investigación reciente ha indicado que podemos entrenar nuestras mentes para dirigir esta bondad y deseo de ayudar hacia adentro, entrenándonos deliberadamente a nosotros mismos en la compasión (lo que denominamos autocompasión).

Las investigaciones muestran que cada vez que una persona es tratada con amabilidad y compasión se fortalece en ella el sistema de satisfacción-relajación. Y, que lo mismo ocurre cuando alguien trata a los demás o se trata a sí mismo de esa forma amable-compasiva.

 

Elia Roca detalla los beneficios que produce recibir u ofrecer un trato amable y compasivo:

  • Mejora nuestra salud y nuestro bienestar.

  • Aumenta nuestra capacidad de prestar atención a los estados emocionales propios y ajenos.

  • Activa emociones beneficiosas como amor, paz, seguridad, alegría o relajación.

  • Facilita que tengamos pensamientos que favorecen la conexión interpersonal.

  • Promueve conductas dirigidas a abrirnos a los demás, cuidar del bienestar propio y ajeno, y reducir el malestar.

  • Nos anima a actuar según nuestros auténticos valores.

  • Ayuda a comprender las necesidades propias y ajenas.

  • Permite una visión más ecuánime (meno distorsionada) del comportamiento propio y ajeno.

Para entender un poco la terapia “La autocompasión es exactamente lo que parece. Significa ser compasivo con uno mismo. Significa celebrar las cosas y disfrutar de ti mismo cuando la vida va bien, así como ser amable y perdonarte cuando la vida se vuelve complicada. Gran parte de nuestro dolor surge al criticarnos a nosotros mismos y al criticar a los otros. Nos sentimos aislados de las demás personas, avergonzados y solos.

Tal vez podamos señalar algo terrible que nos sucedió en el pasado, o tal vez nos sintamos ansiosos y deprimidos desde que tenemos uso de razón. Podríamos creer que la vida debería ser diferente a como es, o que no seremos dignos de ser amados hasta que consigamos deshacernos de cualquier problema que arrastremos.

Por otro lado, es posible sentirse amado, aceptado y apreciado por el hecho de ser exactamente las personas que somos. Podemos saber en lo más profundo de nuestros huesos que básicamente estamos bien y a veces incluso mejor que bien.

En algún lugar dentro de nosotros hay una voz sabia que sabe que somos seres humanos hermosos y únicos. Podemos aprender a escuchar esa voz y a creer en ella. A eso me refiero precisamente cuando hablo de autocompasión.

La autocompasión es el reconocimiento de que, con independencia de lo que suceda en nuestras vidas, somos dignos de ser amados. Cuando las cosas van bien, la autocompasión nos da permiso para sentir alegría. Cuando sufrimos o experimentamos algún tipo de angustia, la autocompasión se convierte en una voz interior amable y de apoyo que nos ayuda a encontrar la belleza y el sentido”. Tim Desmond. 2017.

Fines terapéuticos : 

1. Reducir la autocrítica y la vergüenza:

  • La autocrítica severa y la vergüenza son comunes en personas con trastornos emocionales como la depresión, la ansiedad y el trauma. CFT busca transformar estas emociones en un trato más amable y comprensivo hacia uno mismo.

  • Se enseña a las personas a entender que la autocrítica es, en parte, un mecanismo de defensa aprendido, y se reemplaza con una autoaceptación basada en la compasión.

2. Regular sistemas emocionales desequilibrados:

  • Gilbert identifica tres sistemas emocionales principales:

    1. Sistema de amenaza y protección (asociado con el estrés, la ansiedad y el miedo).

    2. Sistema de logro y motivación (orientado al éxito y la recompensa).

    3. Sistema de calma y afiliación (relacionado con la conexión y la seguridad).

  • La terapia busca activar y fortalecer el sistema de calma y afiliación mediante prácticas compasivas, ayudando a equilibrar los otros sistemas.

3. Fomentar la resiliencia emocional:

  • La compasión hacia uno mismo y hacia los demás puede actuar como un recurso interno para enfrentar situaciones difíciles, disminuyendo la rumiación y el sufrimiento.

  • Se trabaja en desarrollar habilidades de afrontamiento basadas en la empatía, la aceptación y la comprensión de las propias emociones.

4. Mejorar la relación con uno mismo:

  • La terapia ayuda a construir una relación interna basada en el cuidado y no en la autocrítica, lo que favorece la autoestima y la autoconfianza.

5. Desarrollar la compasión hacia los demás:

  • Aunque el enfoque inicial está en la autocompasión, el proceso también incluye fomentar una actitud comprensiva y empática hacia los demás, lo que mejora las relaciones interpersonales.

6. Romper ciclos de evitación y aislamiento:

  • Muchas personas con problemas emocionales evitan enfrentarse a sus sentimientos por miedo o culpa. CFT enseña a enfrentar estas emociones desde un espacio seguro, sin juicio.

7. Promover el bienestar general:

  • El fin último de la CFT es fomentar un sentido de paz interior, satisfacción y bienestar emocional a través del cultivo de la compasión como habilidad central en la vida diaria.

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La terapia compasiva conlleva dos dimensiones:

1.Psicologia del Compromiso: Definida como la sensibilidad y la conciencia de la presencia de sufrimiento y sus causas.

 

2.Psicología del Alivio o la Mitigación: Consiste en la motivación para llevar a cabo acciones concretas con el fin de aliviar el sufrimiento con que nos encontramos en nuestra vida.

 

Kristin Neff, psicóloga recibida de la Universidad de Texas y pionera en la investigación sobre la autocompasión indica que el concepto de autocompasión posee tres elementos interrelacionados.

 

Los 3 elementos son:

  • “Ser amable y comprensivo con uno mismo en vez de autocrítico”.

  • “Reconocimiento de la humanidad común en nuestra experiencia dolorosa, frente al autoaislamiento y el ensimismamiento”.

  • “Toma consciente y equilibrada de los pensamiento y sentimientos dolorosos, en lugar de evitarlos o sobreidentificarnos con ellos”.

 

La autocompasión es una actitud positiva que permite la autoprotección de los resultados negativos, que se dan cuando la persona ha sufrido algún fracaso. Ejemplos de estos resultados negativos son: el juzgarse a uno mismo, la rumiación negativa y el aislamiento (Mosewich, Crocker & Kowalski, 2013).

Según Gilbert y Procter (2006) las personas autocompasivas son genuinamente conscientes de su propio bienestar y son sensibles y empáticos ante el malestar de los demás, pudiendo ser tolerantes con el malestar sin caer en la autocrítica y en el enjuiciamiento, comprendiendo las causas de este malestar y tratándose a sí mismos con calidez.

 

El poder transformador de la compasión en la alianza terapéutica afirmando que: "la actitud compasiva de un terapeuta puede ser útil para ayudar a los clientes a convertirse en observadores sin juicios de sus pensamientos, sentimientos y procesos”. Cuando los terapeutas son capaces de experimentar compasión, parecen experimentar una aceptación de los clientes y de ellos mismos. Esta aceptación puede permitir a los clientes expresar y experimentar sus emociones, pensamientos y dificultades plenamente así como observarse y aceptarse a sí mismos, creando espacio entre ellos y su experiencia difícil”. Vivino, Thompson, Hill y Ladany.​​

 

​De esta manera y en sus bases retomo esta terapia dentro de mi portafolio de trabajo desarrollando sus bases y técnicas como: la psicoeducación, la silla compasiva, la escritura sobre si mismo, entrenamiento en conducta verbal cálida,  entrenamiento en imaginación compasiva, reestructuración compasiva de la culpa, reestructuración cognitiva de las valoraciones positivas del autocastigo, disminución de la rumiación, mindfulness y otras relacionadas.

Referencia bibliográfica. ​

-Gilbert, P. (2010). La terapia centrada en la compasión. Editorial Desclee de Brouwer. España. ​​​​​​​​​​​​​

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